miércoles, 17 de octubre de 2012

¿Ateos y feministas "provida"?

El grupo de facebook "Yo NO apoyo la legalización del aborto en la Argentina" (http://www.facebook.com/yonoapoyo) decidió recientemente crear grupos "satélite" y profundizar una estrategia que tiene que ver con ocultar las raíces religiosas de su posición antiaborto, camuflarlas de cientificismo y darles un barniz legal.
Uno de esos grupos supuestamente nuclea a "feministas, anarquistas, comunistas, ateos y teístas PROVIDA". (¿?¿?¿?¿?¿).
Posteé un mensaje denunciando el evidente absurdo de tan ecléctica reunión, y lo curioso es que fue primero contestado, y a los pocos minutos eliminado (y yo fui bloqueado).
Vale la pena repetir el mensaje, para que quede para la posteridad. No porque valga mucho, sino porque es indicativo: es la talla de un mensaje que no pueden soportar, tolerar ni contestar.
Sirva a todo el mundo:

"Qué patético no afrontar con valentía lo que uno piensa, y tener que andar escabulléndose, aparentando, disimulando, como si el hecho de multiplicar los grupos de Facebook sumara peso en la vida real.
 Como si por imaginar un paraíso inverosímil donde feministas y ateos convivan en armonía con teístas, y éstos con comunistas y anrquistas, defendiendo los derechos de gametos fertilizados, e ignorando los derechos de las personas... este Disneyworld filosófico-político se volviera real.
Como si por imaginar esa quimera de 94 usuarios, los verdaderos ateos y feministas dejaran de existir, dejaran de hacer marchas o de impulsar leyes en sus países como desde hace más de 200 años.
Como si pudieran, entonces, florecer increíbles protestas donde los ateos defiendan la educación religiosa, o los anarquistas demandaran mayor poder a las instituciones del Estado... o los hinchas de Boca fueran a alentar al equipo de River.
Como si el diseñar una burda estrategia para envolver el veneno dentro de un caramelo de miel, una estrategia de esconder los argumentos de fe, las convicciones personales, y los dogmas religiosos (única raíz y médula de todo argumento "provida") pudiera en verdad convertirlos en otra cosa distinta de lo que son: conservadurismo puro y duro.
Chicos, maduren de una vez: el conservadurismo no tiene demasiadas posibilidades de esconderse. Es la simple pelea por mantener el statu quo. Batalla que libran, naturalmente, los que más se benefician con ese statu quo. El conservadurismo es el NO. Es la pesa que no desaparecerá nunca de los cogotes de quienes, a pesar de eso, tiran hacia adelante y buscan nuevos caminos para beneficio de todos. El conservadurismo es la Tierra plana, es el Sol inquieto girando a nuestro alrededor, son los cielos fijos, etéreos e inmaculados de Aristóteles, es la pirámide social del Tomismo respaldando el orden feudal medieval, es la mujer sin alma y causante del mal y del pecado de San Agustín, es el Hombre como obra cumbre de la Naturaleza, separado y ajeno a de ella, Señor de la Creación con todas las creaturas a su servicio; es el Creacionismo miope e inmóvil, es el juicio a la evolución (saber que articula toda la biología moderna), es el catastrofismo diluviano, es el patriarcado monárquico, es el estado Teocrático del Vaticano que se niega a firmar la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es la oposición al Registro Civil laico por parte del Estado ("el Matrimonio es solo el avalado por Dios y por la Iglesia"), es la repugnancia al voto femenino, a la reforma universitaria y a su consiguiente independencia ideológica; es la negación de derechos a los hijos naturales ("bastardos"), pues son concebidos fuera del matrimonio (por eso "no deben tener los mismos derechos que los hijos concebidos dentro del matrimonio"); es asustar a los parlamentos afirmando que una ley del divorcio será el fin de la familia, y por lo tanto es mantener la hipocresía que eso representa; es querer mandar a los homosexuales a una isla desierta, para que "vivan en una especie de país aparte", y negarles su realidad y sus amores.
El conservadurismo es querer apretar, a toda costa, a cada persona a un molde ideal e idealizado.
Lo otro, la lucha por el cambio, no tolerará nunca el discurso regresivo y reaccionario.
Es indisimulable muchachos. Solo puede tener alguna pizca de esperanza en sus distraídas cabezas, y en el triste caso de que confundan la realidad con una red social cuyo uso casi único y mayoritario, es hora de que lo sepan, es pelotudear y conseguir pareja.
Así que, por más que doren la píldora con un grupo de 94 feministas, ateos, teístas y no sé qué otra cosa más, todos juntos y en armonía... ¿qué piensan que se hará en cuanto se descubra el gusto amargo de lo que había adentro?
Escupirlo, y seguir peleando por los derechos de todos (lo cual incluye a las personas, no a gametos fertilizados, mórulas, blástulas, gástrulas, ni cadenas de ADN en general).

lunes, 8 de octubre de 2012

Amor "provida"

Face original: http://www.facebook.com/marcela.hernandez.5030
Actitud provida 100%.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Los bebés no se abortan

¿Imagen de un bebé?

Ni los niños. Es un hecho simple y concreto.
Un bebé es un fragmento de realidad con características propias entre las que se cuentan reír, llorar, cagar, tomar leche, vomitar, dormir, eructar, ser suavecitos y adorables, inspirar mucho amor... y el ser una persona.
Pero cuando se trata del aborto, el mismo se refiere a embriones, o en casos excepcionales, a fetos.

Cualquier referencia a un bebé, como por ejemplo la palabra "bebé", una imagen de un bebé, escarpines, chupetes, cochecitos de bebé, pañales, mamaderas, lactancia, etcetc, cualquier referencia de este tipo cuando se aborda el tema del aborto es una falacia. Puede ser producto de la ignorancia (generalmente repitiendo opiniones, o como resultado del adoctrinamiento en un dogma religioso), o puede ser una estrategia de engaño al apelar al sentimentalismo y a la emociones.

Sea cual sea el caso, hay que ser bien claro en identificar esta falsedad. Una charla o debate serio sobre el aborto de ninguna manera puede admitir la menor alusión a "matar bebés".

Por mi parte, aporto la imagen de arriba, que corresponde a una mórula, es decir un embrión que tiene aproximadamente un tamaño de 16 células. Eso, muchachos y muchachas, por mucho que se esmeren, no es un bebé. Tampoco es una persona. Si insisten en llamar "persona" o "bebé" a algo como lo de la imagen, tienen serios problemas de adoctrinamiento, de percepción de la realidad, o algún problema lingüístico.

(Cuándo se puede empezar a hablar de "persona", o de "bebé", es tema de otro post).
(La "potencialidad" de lo que esa mórula puede llegar a ser, es tema de otro post).

lunes, 30 de abril de 2012

¿Está muerto quien no cree?

Es más fácil, diría que es lo normal, que alguien sea una persona crédula y acrítica antes que escéptica y racionalista. Por eso no me llamó la atención la defensa de las creencias (en un sentido amplio: cualquier creencia que se aleje aunque sea un poco del plano material y de los sentidos) que hace poco hizo una persona allegada a mí.

Pero lo que me motiva a escribir esta nota es la declaración, a modo de protesta sincera, de que “si no creés en nada, estás muerto”. La frase no fue dicha para nada con mala intención, todo lo contrario. Me parece una brillante descripción de qué ve un creyente, o crédulo, en un ateo, librepensador, racionalista o materialista naturalista (hay para entretenerse buscando conceptos).

La idea supone que la falta de creencia opaca a la persona. Supone que hay cierta riqueza en la relación con un mundo más allá del mundo cognoscible, riqueza de la que un escéptico carece. Supone que hay virtud en conceder estatus de realidad a las ideas sobre un mundo trascendente, una virtud que un crítico no puede ver, o no posee. Supone, finalmente, la paradoja de que uno no está verdaderamente “vivo” si no incluye en su mundo entes e ideas que, no solo no están en él, sino que además se relacionan con la muerte.

La idea era que, colocando un sahumerio detrás de la puerta de un negocio de repuestos automotores, las ventas se dispararían.

Lo cual resume todo en: no estás vivo si no pensás mágicamente.

Si no creés que la disposición de los cuerpos celestes al momento de tu nacimiento determina de antemano tu personalidad y tu futuro. Si no creés en el principio homeopático según el cual el agua tiene memoria. Si no creés en energías, vibraciones, ondas, auras, chakras… más allá de lo que describe la física. Si no creés en la posesión demoníaca. Si no creés en las brujas, en Satán, en los ángeles o en duendes. O en las profecías (de Nostradamus, mayas, aztecas, etc), en las abducciones extraterrestres, en que la Tierra es plana o hueca, en que no fuimos a la Luna, o que el Holocausto no existió, o que la ONU y la OMS conspiran para que el 50% de la humanidad sea gay. Si no creés que, cuando dos macromoléculas de un ácido se unen, un ser superior e inmaterial insufla un alma y las transforma en una persona humana. Si no creés en los niños índigo o cristal, en la telepatía o telekinesis, en los señores que doblan cucharas, en el mal de ojo, el empacho, el Triángulo de las Bermudas, la grafología, el tarot, la lectura de manos, la lectura de borra de café, la acupuntura, el reiki, el alma o el espíritu, los talismanes, el Yeti, el monstruo del lago Ness, el chupacabras, el Creacionismo o el Diseño Inteligente, la programación neurolingüística, la piramidología, parapsicología, ufología, frenología, dianética, cerealogía o en las flores de Bach.

En algo hay que creer. La lista es extensa. Por supuesto que no hay que creer en todo (no sea que se nos acuse de crédulos), pero generalmente… se eligen varias cosas del menú.

Haber aprendido, sin embargo, que somos nosotros, los individuos vivos de este mundo, los que emergimos de la marea de miles de millones de combinaciones de genes, para abrir los ojos, echar por un momento un vistazo a este mundo increíble, terrible y maravilloso; que somos solo nosotros los que tenemos la oportunidad de conocer el mundo, frente a un infinito potencial de seres que nunca nacerán, frente a una infinita cantidad de materia que jamás adquirirá consciencia; haber aprendido que nuestros cuerpos están hechos de materiales fabricados en los hornos nucleares de las estrellas; haber entendido y habernos maravillado con tener apenas una noción teórica del tamaño infinito del universo, de las escalas tremendas que nos superan, de las fuerzas de la naturaleza a las que asistimos; haber comprendido lo pequeño y frágil de nuestro mundo; menos que un punto en el espacio; haber aprendido cada vez más acerca de nuestro origen, de nuestra relación con los otros seres, de la historia de la vida, de los cambios geológicos, de los ciclos de la materia y la energía; haber batallado y curado muchísimas enfermedades, y continuar avanzando para acabar con notras; entender cómo es que funcionamos, comemos, respiramos, de qué hay en las altas cumbres y en las profundidades oceánicas de la fosa de las Marianas; habernos maravillado con la existencia de otros seres, actuales y extintos, que se esforzaron por sobrevivir, por perdurar; seres gigantes, y muy pequeños; peces, anfibios, reptiles, aves, mamíferos; seres efímeros que vivieron en un tiempo muy acotado, y seres que, apenas sin cambios, existen hoy en día; haber comprendido el papel de las plantas en el planeta, haber descubierto la existencia de moléculas, átomos, y partículas cada vez más pequeñas, de los fenómenos gravitatorios, eléctricos, magnéticos, de las uniones químicas, de los asteroides, cometas, planetas, los distintos tipos de estrellas, los quásaras, púlsars, agujeros negros...

Haber, mirado a un lado y ver que hay otros junto a nosotros que merecen respeto y nos acompañan en el camino…

Sospechar, apenas sospechar todo lo que resta por saber y hacer…

Todo eso no nos hace más vivos. No. Solo estaremos verdaderamente vivos si creemos, no si comprendemos. Ya que el mundo, evidentemente, no tiene la suficiente riqueza si no agregamos en él a un espíritu, a un a un dios o a un unicornio.

Neko